El agua se evapora, vuelve al aire y a nuestros pulmones respirando el viento que sentimos en la cara.
Y las lagrimas vuelve a entrar en nosotros como las cosas que hemos perdido, pero nada se pierde en realidad.
Cada segundo que pasa, cada luna que surge, no hacen mas que decirnos: ¡Vive!
Vive y ama lo que tu eres, como tu seas, por lo que seas.
Mira en lo alto hacia el cielo, cierra los ojos, y no te canses nunca de soñar.
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